Gracias a su sencilla estructura y al hecho de que 50.000 organizaciones de todo el mundo lo utilizan, el Modelo EFQM ofrece a los usuarios un lenguaje común, independientemente de su tamaño o sector, que actúa como facilitador para compartir buenas prácticas y la posibilidad de aprender de sus colegas y de las mejores organizaciones. El punto de partida de un ejercicio de evaluación comparativa de este tipo es utilizar el Modelo EFQM y RADAR para construir una imagen que permita comprender en qué situación se encuentra la organización en comparación con su mercado, y más allá, antes de buscar socios de evaluación comparativa.